sábado, 5 de julio de 2008

¿Qué Características Debe Tener Un Profesor Para Ser Un Buen Profesor?

¿Qué Características Debe Tener Un Profesor Para Ser Un Buen Profesor?
El buen profesor debe tener un buen nivel de educación y los años de experiencia sirven mucho para ese fin, pero en el caso de no contar con ellos, siempre se puede buscar apoyo en distintas características personales que van de la mano con la vocación docente.
Algunos de estos factores son el buen nivel de conocimiento de los contenidos, como así también un buen conocimiento pedagógico, estar comprometido con los alumnos y con su aprendizaje. Conocer su materia, y cómo enseñarla. Una característica importante es ser responsable de planear y supervisar el aprendizaje de sus alumnos, con tiempo y método y eficiencia.
Pero si bien estas características son eje en la práctica docente, existen otras características que son fundamentales y que si bien puede que no se nazca con ellas es posible desarrollarlas pues están insertas en el margen de las capacidades personales.
Fundamental es para el buen profesor tener interiorizado que la educación es un proceso humano y por tanto social, y no solo entre alumnos y profesores, sino que también los padres cumplen un papel sostenedor fundamental y que estos no solo esperan que el docente desarrolle las aptitudes académicas de sus hijos, sino que además promueva un desarrollo personal equilibrado y una buena autoestima en sus hijos. De esta manera es importante que el buen profesor sepa escuchar a los jóvenes y ser orientadores, ya que muchos se acercan a los docentes en busca de consejería, pues en la actualidad hay un sin numero de casos en que la comunicación con los padres de familia es muy distante.
Están características tienen su fundamente en el respeto y la empatía que el docente debe prodigar a sus alumnos, lo que le permitirá tener una llegada profunda en la personalidad de sus educandos, debe saber proyectar seguridad y confianza, tener el carisma y hasta el sentido del humor necesario, pues si actúa con rigidez y sin seguridad solo conseguirá burlas y no ganara el respeto de sus alumnos. Un buen profesor debe saber y asumir que si el resultado de sus enseñanzas no es satisfactorio no es solo responsabilidad del alumno por no estudiar sino que también el juega un papel importante en dicho proceso de evaluación, por lo tanto podemos decir que los buenos docentes reflexionan sistemáticamente sobre su práctica y aprenden de su experiencia, para enriquecerse y mejorar de forma constante.

¿Qué acciones concretas realizarías para verificar tu buen desempeño como educador?

¿Qué acciones concretas realizarías para verificar tu buen desempeño como educador?


Las acciones concretas pasan no solo por acciones tangibles, sino que también por ideas o realizaciones dentro del aula, por dar al estudiante la posibilidad para reflexionar sobre su aprendizaje. Las acciones tangibles concretas para ello serian presentarle contenidos y tareas organizadas y claras, variando los métodos de instrucciones y estableciendo un buen clima social entre los estudiantes y el profesor.

Ante estos principios, es claro que para poder ser un docente de buen desempeño, los aspectos social, académico y el conocimiento del docente, deben estar perfectamente balanceados y en armonía.

Por tanto se hace imprescindible que el docente cree, enriquezca, mantenga y modifique sus formas de enseñar para captar y sostener el interés en sus estudiantes y para utilizar óptimamente el tiempo.

La enseñanza motiva a los estudiantes si la atención se despierta, la relevancia de los contenidos se muestra, la confianza en sí mismo se fortalece, y la satisfacción con los resultados de aprendizaje se logra.

La enseñanza y el posterior logro graficado en la evaluación son especialmente efectivos, cuando ayudan al estudiante a encontrar y aumentar sus fortalezas personales y los direcciona para superar sus debilidades personales. Pues, el logro en la enseñanza y evaluación deben ser basadas en el individuo.

Los buenos docentes siempre tendrán una rica comprensión de las materias que enseñan y saben cómo construir el conocimiento de sus alumnos y cómo se organiza, se vincula a otras disciplinas y se aplica en situaciones reales. Al mismo tiempo que representan la sabiduría colectiva de nuestra cultura y sostienen el valor del conocimiento disciplinario, también desarrollan las capacidades críticas y analíticas de sus estudiantes.

Un buen docente debe comprender dónde probablemente pueden surgir las dificultades para modificar su práctica de acuerdo a ellas. Su repertorio didáctico le permite crear diversos métodos para las materias que enseña, y está dispuesto a ayudar a sus alumnos a identificar y resolver sus propios problemas.

Un buen maestro apoya su enseñanza en su conocimiento del desarrollo humano y su comprensión de sus estudiantes para realizar críticas de su práctica docente. Sus decisiones no están solamente basadas en lo que leen, sino además en su experiencia. Están implicados en el aprendizaje permanente, que buscan motivar en sus alumnos.

Esforzándose por fortalecer su enseñanza, los buenos docentes examinan críticamente su práctica, buscan ampliar su repertorio, profundizar su conocimiento, precisar sus juicios y adaptar su enseñanza a los nuevos hallazgos, nuevas ideas y nuevas teorías.

Los buenos maestros dominan un rango de técnicas generales de instrucción, que van desde la psicología hasta las técnicas de aula, de la didáctica y la correcta evaluación, saben cuándo cada una es pertinente y las utilizan según sean necesarias, para poder valorar el progreso individual de cada alumno así como la del grupo total.

A nivel educativo, es necesario que sus métodos y estilos de enseñanza sean variados y generen la participación e investigación de sus alumnos, así ellos verán el proceso de aprendizaje como un sistema interesante, agradable y enriquecedor.

Los sistemas prácticos más usados son siempre las evaluaciones y los grupos de debates, donde se busca no solo que el alumno se explaye en sus ideas, sino que además se busca medir sus conocimientos, pero en el caso de la evaluación, esta debe ser un proceso, de formación y construcción del propio conocimiento, no solo la medición de la memorización. Pues el desarrollo de los alumnos y su propio aprendizaje es la mejor tabla de medición del desempeño de un docente, aunque esta se encuentre influenciada por otros factores que pueden influenciar el desarrollo académico de un alumno dado. Por lo mismo el docente, además de ser facilitador y transmisor de conocimientos, debe ser principalmente formador.

sábado, 17 de mayo de 2008

¿CUÁL ES, SEGÚN MI OPINIÓN, LA FORMA MAS JUSTA DE EVALUAR EL DESEMPEÑO DE UN ESTUDIANTE?

¿Cuál es, según mi opinión, la forma mas justa de evaluar el desempeño de un estudiante?

La forma mas justa de evaluar a un estudiante en lo personal parte por conocer al individuo al que voy a evaluar y por ser conciente de que le he otorgado no solo las herramientas sino también la materia que en cuestión se ha aplicado. Me explico, si estoy en el área de Historia, debo ser consiente de que muchos de los estudiantes a quienes les doy clases tal vez tienen concepciones distintas del periodo histórico que se les esta enseñando, por tanto desde el inicio del año escolar con la primera clase debo comenzar la evaluación y parcelar el proceso en etapas, donde se tienen que imponer metas propias y metas para los alumnos. Esta primera parte tiene consideraciones distintas, como lo he dicho anteriormente cuando se habla de educación y se trabaja con personas, se esta trabajando con mentes distintas, formas de pensar y de absorber el contenido diferentes, para iniciar a los alumnos se les debe hacer un repaso de la materia que hasta el momento han conocido, lo ideal en lo personal es mediante conversación, para crear vínculos de confianza. Luego no solo se debe tomar en cuenta la participación de la alumna o alumno en la clase sino también el comportamiento de estos, la disciplina es muy importante, así si se otorgan puntos por comportamiento se mantiene cierto orden el en aula.

A medida que se va avanza con las clases, para completar procesos se tienen que realizar trabajos prácticos, de esta manera se asegura la participación de todos los estudiantes y se inician las evaluaciones como tal. Estos trabajos claro deben cumplir con ciertos requisitos y se realizaran en base a pautas previamente entregadas, así el alumno no estará desorientado y se le enseñara a realizar trabajos de tipo formal para un mejor desempeño en su futuro. Junto con los trabajos prácticos otra forma de evaluar que me agrada en lo personal son las disertaciones, pero no con temas impuestos sino que los mismos estudiantes lo propongan, siempre y cuando tenga relación con los contenidos que se estén viendo. La disertación, siempre que se realicen con el respeto que es debido, ayudan mucho a los jóvenes a desarrollar sus capacidades expositivas de habla y lenguaje, además de una personalidad mas abierta. Es común ver que un gran numero estudiantes presenta problemas de timidez o temor a expresarse en público, muchas veces estos temores los han provocado los mismos profesores quienes al no tener un buen dominio de su clase dejan que el curso deje en ridículo a los alumnos que exponen.

Otra de las evaluaciones que considero justa para medir el desempeño de un alumno, es la más tradicional de todas, las pruebas. Pero estas pruebas no deben tomarse como instrumentos para medir la memoria de los estudiantes como muchos docentes lo hacen hasta hoy, sino otras capacidades como la interpretación y la comprensión. Existen en la actualidad profesores que dan mucha importancia a la repetición del contenido, esto solo quiere decir memorización de los contenidos y si bien hay estudiantes que aprenden de esta manera la mayoría no, además así se coartan las verdaderas capacidades de los alumnos. La evaluación debe también ayudar a construir aprendizaje, no solo para los estudiantes, también para el profesor.

Como últimas palabras quiero decir que toda evaluación para que sea justa tiene que haber transparencia por ambas partes, no solo por el lado de los alumnos, el profesor debe informar en forma oportuna y con anticipación los contenidos que se evaluaran y de que forma.

martes, 6 de mayo de 2008

¿CÓMO SE APRENDE HISTORIA Y GEOGRAFÍA?

¿Cómo se aprende historia y geografía?

Par comenzar debo aclara que el concepto aprender es muy amplio y puede ser tomado de distintas formas, en lo personal concuerdo con la definición de Ausbel quien declara que aprender es sinónimo de comprender e implica una visión del aprendizaje basada en los procesos internos del alumno y no solo en sus respuestas externas. Teniendo en cuenta lo anterior el aprender según lo que respecta en lo personal es distinto para cada individuo por el hecho de estar relacionado con los procesos cognoscitivos que cada persona posee.

En concordancia a la pregunta, de cómo se aprende historia y geografía y a mis apreciaciones de lo que encierra el término “aprender”, creo que estas dos materias a pesar de que muchos docentes las clasifican como opuestas pueden ser absorbidas por los estudiantes de manera similar si se trabajan con una planificación previa y detallada. Recuerdo mi periodo de educación media donde tenia un profesor de historia y geografía que solo nos dictaba y pedía trabajos escritos, de ello solo necesitabas memorizar y con el tiempo me di cuenta que muy poco aprendí, distinta situación viví al subir de nivel donde me encontré con otro docente totalmente distinto, el profesor en cuestión nos realizo una evaluación oral al iniciar el año para ver como veníamos dispuestos en lo que respectaba a la materia de geografía, tristemente mis resultados fueron muy bajos pero el profesor me calmo y dio ánimos, al iniciar sus clases me percate de los métodos que empleaba para que entregar la materia eran muy variados y en muchas ocasiones nos pedía realizar trabajos prácticos para que pudiéramos complementar y aplicar lo recibido en su clase. De esta manera me di cuenta al igual que muchos de mis compañeros que no bastaba con leer o memorizar lo que nos decían en clases sino que también debíamos trabajarlo en el diario vivir.

Al ingresar a la universidad puede comprender con mas satisfacción de que interiorizar los conocimientos es una buena manera de aprender y dominar los conocimientos que son adquiridos. Por ello creo que el aprender historia o geografía debe ser una práctica constante personal y si se quiere grupal. El leer y luego trabajar con ello, realizar discusiones grupales ayuda a ver distintas posiciones o parte de algo que en forma individual cuesta conseguir, eso es aprender. Por ello es fundamental la figura del profesor, éste con practica tiene el deber de propiciar las instancias necesarias para que los alumnos trabajen de distintas formas la materias vistas en el aula y de esta manera ellos puedan absorber mas completo el conocimiento.

sábado, 26 de abril de 2008

¿Que significa para mí enseñar didácticamente?

¿Que significa para mí enseñar didácticamente?

Enseñar didácticamente es una frase que muchos docentes utilizan para referirse a como pasan los contenidos en sus clases y como enseñan a sus alumnos, pero es realmente aquello una clase didáctica, confundida me dedique a investigar que era la didáctica y como podía esta ser utilizada para enseñar. En el compendio de la didáctica general de Luís Alves de Mattos se expone que la didáctica es una disciplina de carácter práctico y normativo, es una técnica de dirigir y orientar eficazmente a los alumnos en su aprendizaje. En base a lo anterior me di cuanta de que esta técnica es empleada en el paradigma práctico de la enseñanza, pues tiene por fin utilizar todos los recursos que estén al alcance del profesor para que en conjunto con las habilidades y capacidades del estudiante este pueda generar su conocimiento.

El enseñar didácticamente para mí, según lo que había descubierto, era algo que si bien no lo había vivido mucho, si me había ocurrido en mi calidad de estudiante, sobre todo en el área de la geografía. Recuerdo que en mi primer año de universidad curse la asignatura de geosistemas II con el muy reconocido profesor y geógrafo Jaime Rebolledo, el ramo además de complejo abarcaba lo que era la formación de los continentes, el movimiento de estos, la creación de los cordones montañosos y las mas importantes formaciones rocosas. La cantidad de términos y de tipos de rocas era increíble y difícil de imaginar, pero el profesor siempre responsable y consiente de que no bastaba con aprenderse de memoria todo lo que el nos decía y que para muchos de sus alumnos nos era difícil todo eso, nos exponía por diapositivas imágenes de rocas para que pudiéramos comprender las diferencias entre ellas, además de la imágenes nos facilitaba videos donde se explicaba el proceso de formación de los continentes en simulaciones 3D. No satisfecho y para que nuestra formación fuese completa planeo para el curso un terreno a la cordillera de los Andes, específicamente las Termas de Chillan, en el trayecto realizamos una serie de paradas donde el nos preguntaba sobre las formaciones rocosas que veíamos y como podíamos distinguir a cual de los tipos, que el nos había enseñado, correspondían dichas formaciones y fue entonces que me di cuanta de todo lo que sabia, como gracias no solo a las clases expositivas sino a las imágenes, a los videos y a los ejemplos que él podía darnos dentro de la universidad que sin dificultad contestaba a sus preguntas.

El saber que hacer dentro del aula, aplicar los conocimientos que los estudiantes ya tienen, entregarles nuevos de una manera practica, producir con todos los recursos, que estén a mi alcanzable dentro de la sala de clases o dentro del establecimiento, aprendizaje, eso es enseñar didácticamente. Creo que ya no basta con una clase expositiva, si bien este tipo de clase es apta para algunas materias, para otras no lo es tanto, un ejemplo es la historia o la geografía, muchas veces a pesar de lo que expresemos a nuestros alumnos no les es fácil contextualizarse en una época determinada de la historia o en algún proceso climático o geomorfológico, por ello emplear un juego de rol donde pueden ver ejércitos enfrentarse o sacar a terreno a un curso para que pueda ver el proceso erosivo de la cordillera de la costa es mas practico y se puede aprender mas. El caso de los recursos puede variar de un establecimiento a otro, pero siempre se debe tener el ideal de acercar el conocimiento al alumno de diferentes formas pues no todos aprenden de la misma manera.

sábado, 22 de marzo de 2008

¿PARA QUE ENSEÑAR?

El valor del ¿para que enseñar?

El ¿para qué enseñamos? o ¿para qué vamos a enseñar? es una pregunta que más de una vez me ha rondado por la cabeza y creo que al igual que a mí, a muchos de mis compañeros que estudian pedagogía, es que en realidad es una pregunta todo menos sencilla y por lo tanto difícil de responder. Es claro que no quiero enseñar, una vez que me encuentre trabajando en un establecimiento educativo, solo lo que me indica el programa, según el nivel en el que este, elaborado de acuerdo al marco curricular de enseñanza media. Soy conciente, no solo por la formación que he recibido como futura profesional sino como persona, que no todo se debe enseñar de forma mecánica como lo indica un manual, eso no ayuda a desarrollar las capacidades de comprensión de los alumnos además de que es casi imposible cumplir con esta norma, porque se quiera o no el profesor es un modelo en muchos aspectos para los jóvenes. Ellos ven en el profesor, muchas veces, un modelo a seguir, imitan en ocasiones su lenguaje, toman ideas que este explica y las funden con las propias creando un conocimiento mixto. Lo ven como un guía, alguien con quien pueden conversar de sus planes futuros, opciones, expectativas y esperan palabras de aliento. Es por ello que no solo se enseña aquello para lo que hemos estudiado sino mucho mas, e incluso hay actitudes que inconcientemente estamos enseñando en un aula de clase, un ejemplo de esto es la correcta forma de saludar, pronunciar ciertas palabras, sentarse etc.
Retomando mi idea principal de no solo enseñar aquello que se nos indica, está claro que eso no ocurre en las aulas escolares porque el programa así lo permite y esta única oportunidad no debe ser desaprovechada por ningún profesor y hago incapie en esto por el hecho de que en muchas ocasiones se subestima el interés del alumno por lo que se le enseña. Tengo muy claro que no a todos los jóvenes que asisten a una clase de Historia y Geografía les agrada la materia de América precolombina, por poner un ejemplo, pero este poco interés también se debe a que el docente con el paso del tiempo ha perdido la capacidad de impresionar a sus alumnos, por lo cual siempre y lo reitero, siempre se debe innovar en las técnicas con las cuales se enseña. Los profesores son el sol en el universo del aula y los jóvenes planetas que necesitan luz para seguir su camino, es por esto que tomo la idea de, más que profesor, mentor o guía como aquellos que existían en la antigüedad e instruían y educaban a aquellos jóvenes pertenecientes a la nobleza preparándolos para lidiar con el poder de mandar sobre otros. Este guía somos nosotros en la actualidad y nuestra misión es convertir generaciones de muchachos interesados o no, porque como ya lo he declarado esta en nuestro poder el interesar al alumno en la materia que se le imparte, en personas capases de ver las distintas realidades presentes en nuestro país y el mundo, que puedan en base a esto construir una propia a partir del dominio y control de las habilidades que poseen. Ese es el ¿para qué enseñamos? para mostrarles las herramientas con las que cuentan y las cuales pueden utilizar en su formación como futuros adultos.
No quiero dejar fuera de discusión las diferencias que existen entre un colegio y otro y de cómo estas diferencias transforman el ¿para qué enseñamos? de los profesores, porque en la realidad es así, muchos docentes enseñan con un fin distinto de acuerdo al establecimiento educacional en el que se encuentran. En lo personal no estoy en desacuerdo con este precepto siempre y cuando la finalidad sea ayudar al alumno a descubrir su propio potencial, sus verdaderas capacidades intelectuales, cognitivas y como emplearlas de la manera más productiva para sí, porque es claro que no nos vamos a encontrar con las mismas realidades en un colegio de clase alta y uno de menores recursos. Lo trascendental es no enseñar por enseñar o denigrar a aquellos jóvenes con menores capacidades, no todos son iguales claro esta pero el peor error es apartar a quienes les cuesta más, el enseñar a no desvalorar a las personas sirve para modificar o crear valores humanos también. Nosotros los futuros docentes, tan mal calificados, estigmatizados y vistos por esta sociedad chilena, debemos ser concientes de que no solo educamos con el propósito de preparar jóvenes para que ocupen un puesto en una empresa, obreros o tengan un negocio propio, como dicen los economistas, meros entes económicos que cumplan un rol en esta economía global para el desarrollo del país, sino que educamos para formar personas.

lunes, 17 de marzo de 2008

VISIÓN DEL PROCESO ENSEÑANZA-APRENDIZAJE

Tener una visión del proceso de enseñanza-aprendizaje, en Chile, hoy en día es un poco complejo, primero por la diferencia que existe entre los colegios públicos y privados, segundo por el contraste que existe entre profesores que han egresado de distintas instituciones y que por lo tanto han tenido una formación desigual a través del tiempo. Si a lo anterior le añadimos las distintas metas que se plantea cada establecimiento de sus alumnos y el curriculum que entrega el ministerio de educación de nuestro país, es posible decir, en mi opinión personal, cuan variado resulta este proceso de entrega y recepción, que como bien sabemos no solo es de conocimiento sino también de valores, habilidades y porque no decirlo, de moldeamiento de personalidad de los alumnos.
En mi periodo escolar básico y medio, que se extiende desde 1990-2002, tuve distintas experiencias del proceso enseñanza-aprendizaje. En mi periodo de estudios de nivel básico estuve en un establecimiento educacional público, el cual sinceramente era muy deficiente en relación a la calidad de los docentes que trabajaban en él. Todos los profesores que impartían enseñanza habían salido de la escuela normal de profesores, que a diferencia de la universidad, los años para recibir el titulo de docente eran menos y la preparación era menor sobre todo en el área psicopedagógica. Fue como desde el nivel de kínder hasta octavo básico recibí la enseñanza de profesores que como un robot impartían la materia que era dictada por ellos y escrita por los alumnos, tras lo cual, unas cinco clases, se realizaba una evaluación que consistía en una prueba de carácter escrito, que consistía en verdadero y falso; complete la oración y algunas preguntas. Casi no teníamos trabajos grupales, solo trabajo en clase individual, muy pocas disertaciones y la dinámica e interacción entre el profesor y los alumnos se limitaba a un par de preguntas que él hacia a la clase, nada más. Claro está que no todos los colegios públicos eran iguales, en algunos se les exigía más preparación a los profesores, algunos incluso, movidos por su vocación o superación personal, se instruían de forma particular o asistían a cursos impartidos por el ministerio de educación para dar una mejor clase a sus alumnos y se actualizaban de manera que al momento de entregar conocimientos estos fueran absorbidos de una mejor manera. En los colegios privados la situación era distinta, había una preocupación, quizás movida por la competición con otros establecimientos o el prestigio, por dar una educación más completa, no solo se entregaba conocimientos sino que también se ayudaba al alumno a dominar sus habilidades y capacidades de una manera que las pudiera aprovechar al máximo, estas actividades eran supervisadas constantemente al igual que el rendimiento del docente.
Al ingresar a la educación media ocurrió un cambio en la educación a nivel de país, se le llamo “reforma educacional” y fue implementado tanto en el nivel básico como medio. Esta reforma trataba de cambiar el viejo y ya desgastado sistema de enseñanza donde el alumno era visto como un mero receptor de conocimiento, por una manera más didáctica y dinámica, al mismo tiempo los profesores debían informarse de cómo implementar estas nuevas medidas para dar una nueva cara al proceso de enseñanza y aprendizaje. Se comenzó a dar prioridad a los trabajos grupales, a la exposición en clase, las disertaciones, intercambio de ideas e incluso el tipo de evaluación cambió, se dejo un poco de lado las típicas pruebas que mas que aprendizaje median memoria y se dio importancia al aporte que los jóvenes realizaban en la clase, en fin el alumno comenzó a ocupar un puesto importante en su propia formación, estaba en el ahora la toma de algunas decisiones antes solo otorgadas al profesor. Muchos de los maestros que impartían clases en el colegio al que asistía tomaron cursos de capacitación para adquirir nuevas tácticas pedagógicas, de esta manera se mejoro considerablemente la manera de enseñar y para el alumno el aprender lo que se enseñaba. Se suavizo en parte esta cortina que separa al profesor del alumno, donde el primero era el señor del aula poseedor de todo el conocimiento y el segundo un recipiente por llenar de conocimientos.
No me cabe duda de que nuestro sistema educacional actual tiene aun gran cantidad de deficiencias, muchas de las cuales están en manos del profesor poder mejorar, pero sin duda se ha avanzado. Un logro es el nivel de preparación que se está dando en las universidades a los jóvenes que han optado por una carrera educativa, pero aún queda mucho por hacer y es que nuestra sociedad actual insiste por menospreciar el papel que cumple el docente en la vida de los niños. Una y otra vez he sido testigo de cómo se baja el perfil al rol del profesor, de cómo se le degrada e ignora, en parte culpa también de la misma educación que hemos recibido de nuestro entorno, en parte también de los mismos profesores y me refiero a los del sector público, pues aquellos que trabajan en el sector privado bien saben cuánto vale una buena capacitación para mantener su puesto de trabajo, pues “gracias” al sistema de colegios municipalizados es muy difícil remover a aquellos que no cumplen como es debido su misión de entregar una enseñanza de calidad. No quiero decir que todo se trate de dinero, muy por el contrario, creo que mas allá de capacitarse por un puesto en un colegio con buena remuneración, sinceramente hoy falta que el profesor se encuentre con su verdadera identidad, con su vocación, de impartir enseñanza para lograr que esos alumnos que están aprendiendo sean constructores de un mejor futuro para nuestro país y es que los jóvenes de hoy con los medios de comunicación masivos que hay están cada vez más cercanos de la información, pero necesitan la instrucción debida, necesitan a un guía, a alguien que saque de ellos todas las capacidades que tienen y que se les enseñe a ocuparlas.